Podría describirla toda y nunca me cansaría
Podría inclusive dibujarla con mis ojos cerrados
Y es que la conozco tanto, con total garantía
Desde sus días alegres hasta sus más pesados
La admiro completamente, de eso no hay duda
Por la cual la veo, la observo día tras día
En mis días malos, sólo pensarla me ayuda
Ella es la pura ánima, de la vida mía
Me vuelve loco hasta decir no más
Lo único que me preocupa es su felicidad
Si por mi fuere, no sufriría jamás
Ya que para mí, ella es toda una deidad
Sus ojos dulces que apaciguan mi alma
Su respiración ligera que me trae calma
Su manía de acomodar, con dos dedos su cabello
Un gesto glamoroso, digno de un ser tan bello
El timbre de su voz al decir gracias y por favor
Y su tierna mirada: Un conjunto matador
La curva pronunciada por sus brazos al caminar
Una parábola perfecta que por ley he de mirar
Podría seguir detallándola; aún dura mi obsesión
Pero de allí a que ella me quiera, no es mi decisión
No soy capaz de hablarle, lo que por escrito sentencio
Sólo me queda admirarla, y observarla en silencio
3 comentarios:
tonces hugo q mas, bien el poema, tres bien, sigue asi.
^-^
firme viejo Hughs. Sigue inspirandote asi. Estaré esperando tus libros en la librería...
no creo q haya amor tan puro como para no ser correspondido!!!
quizas las cosas deben pasar cm tnn q pasar pero nosotros le damos rumbo a nuestro destino y en cosas cm estas, de tu silencio mas addelante puedes arrepentirte
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